martes, 29 de enero de 2013


El Mozucu (I)


Peregrinación de los vecinos del valle de Ruiloba, a la ermita de la Virgen de la Caridad en Udías
Extracto del relato de Jesús García Preciados, publicado en el Diario Montañes 19/09/97



“Antorchas y ropa de difuntos”

El origen de la fiesta es una promesa hecha a la Virgen de la Caridad por los hijos de Ruiloba, en acción de gracias por la curación de una epidemia traida por los jándalos (1), allá por los tiempos de la francesada. El pueblo ofreció ir todos los años a la capilla de la Virgen de la Caridad, en el pueblo de Udías.

El primer año, según la historia, acudían de cada casa donde había habido una víctima –vestidos con las ropas que habían vestido sus difuntos, y con antorchas encendidas- un miembro de cada familia.

Yo oí comentar una vez, a Faustino Sordo, que en aquellos tiempos tenían que ir uno de cada casa a la Virgen de la Caridad; y todo aquel que no podría ir tendría que pagar… yo no sé si una libra o media libra de aceite. (A)

Componentes de la cabalgata del Centenario (1919)

“Cuernos y Campanas”

Existe la costumbre de tocar las campanas a las cinco de la mañana. Tiempo atrás, nueve días antes del Mozucu ya no nos dejaban dormir ni cuernos ni campanas; todo lo alborotaban!. (B)

Los chavales íbamos a robarle los cuernos al carnicero; los tenía por allí detrás de la carnicería, porque los solía vender. Le poníamos un berrón de caña en la punta, pa que tocase, y un mes y medio antes de la fiesta ya estábamos dando la lata por todo el pueblo.

Luego, la víspera del Mozucu, nos subíamos al campanario, que el cura dejaba las llaves, y venga a tocar los cuernos y las campanas toda la noche!.
Y en la cabalgata, en el camino a la Caridad, ¡venga a tocar los cuernos por el camino! . Había también una porfía entre los chavales, a ver quien resistía más tiempo tocando de una vez. Por eso se procuraba hacer el pito de caña lo mejor posible; porque había algunos que con muy poco aire tocaban muy bien, y entonces, con ese, eras tú el que más resistías tocando. (C)

                                             Como Tilero, muchos tolanos vieron cumplidos sus "votos" en Udías 

“Un mozucu abandonado”

La fiesta lleva el nombre del Mozucu en recuerdo a un niño nacido precisamente en aquel lugar donde se levanta hoy la ermita de la Caridad, un hijo de Udías que, más tarde, pasando a América se hizo rico y, en prueba de fe y de devoción a la Virgen, levantó la ermita. (A)

Aquel criu lo encontró un vaquero. Estaba el pastor “de muevas” (2) pal puertu, y le oyó llorar. Los de aquel pueblo de Udías le criaron, le dieron escuela, y él luego marchó a hacer las américas. (3) (D)

Precisamente, la costumbre de tocar los cuernos viene de cuando el pastor encontró al crio ahí abajo; que le encontró detrás de un mato. Bueno, le sacó el perro. Y después él, pa llamar a los vecinos, tocó el cuerno. Y claro, al tocar el cuerno el pastor, es porque pasaba algo, o alguna cosa. Acudió el alcalde, acudieron unos cuantos vecinos, y fue cuando les entregó el criu. Y por eso viene la tradición de venir con el cuerno aquí a la fiesta d’El Mozucu. (C)

Componentes de las Danzas de Ruiloba en la Braña de la ermita del Barrio la Virgen

“Barruntos del tiempo”

Una de las ocasiones en que he podido acudir al Mozuco, en esa peregrinación romera desde Ruiloba a “La Virgen de la Caridad” de Udías, fue en 1.974. De “la música” se encargaban los “Piteros de Reocín”. Bosio no hacía más que quejarse:
-“El tambor andaba algo “trastornau”. Eso es que barrunta agua!. Igual acaba hasta lloviendo!”.

Sin embargo, Lolo el de Carmen confiaba en el poder como talismán de sus albarcas…
-“Yo, el quitar las albarcas, es como “rogativas” (4). No es la primera vez que me ha ocurrido, ir a la mies en zapatillas y llover y mojarme los pies!.En cuanto las quito, en cuanto que las olvido, llueve!. A lo mejor es casualidad tambien; pero yo, por si acaso, hoy ya me ve!, en albarcas y escarpines!. Si llueve… no creo que sea muchu!”. (E)

Hubo una rosquillera, la Curringa, que el día de Nuestra Señora se puso delante de la Virgen, y le ofreció un ramo de claveles y una cestuca de suspiros y de rosquillos, como promesa, a ver si el día El Mozucu no llovía; que estuviera buen tiempo. Y el fotógrafo de San Vicente vino desde su casa con la maquinona a cuestas, andando, pa sacarle una fotografía a la rosquillera delante de los danzantes y de las bailadoras, aquí en la ermita de la Caridad. Aquella tenía un horno muy pequeñín, pero hacía rosquillos y unos suspiros muy buenos. (C)

Bosio y Martín; asiduos a la fiesta

“A pie y en carroza”

Nosotros llevamos viniendo cuarenta y cinco años sin perder un año!. Más atrás, no siempre se podía; porque unas veces no teníamos burru, otras no teníamos alpargatas, y otras veces no teníamos que comer!. Un año vinimos sin nada, y nos lo dieron unos compañeros que teníamos al lau. (F)

Antes, casi todo el mundo iba andando. Hombre!, la gente vieja –había muy pocos coches- iban en un autobús que venía de Comillas. Lo demás, todo el mundo iba andando, y con los carros adornaos. Todo el mundo venía a pie, o en burru. En carro pocos; porque el que tenía un carro… ese ya era alguien destacau!. Llevábamos el burro con los cuévanos; pa traer la comida, y traer algún criu chicu en el cuévano. Ahora muchos vienen ya con tractores, y muchísimos en coche!. Yo el día que no pueda venir con el carro y la burra… ese día ¡no vengo!. Tengo esa ilusión. (C)


Toñín el Zapatero y su mujer Valentina (Tuca); fieles conservadores de una tradición.






Comunicantes:
(A)    Párroco D. Antonio Zúñiga, Jose María Puente y Mino “el del agua”.
(B)     Carmen Bueno y su hija Queca.
(C)     Toñín el Zapatero.
(D)    Ico el Portalau.
(E)     Manuel Iglesias Díaz
(F)     Naín

Notas:
(1)     Cántabros emigrantes en Andalucía.
(2)     A punto de mudar, de llevar el ganado a los pastos de verano.
(3)     Hacer fortuna como indiano.
(4)     Oraciones pidiendo lluvia.

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